El 17 de octubre, el Gobierno de Belice anunció sus planes para iniciar una exploración de petróleo en alta mar a través de una vasta porción de sus aguas en el Mar Caribe. WWF junto a otras organizaciones conservacionistas advirtió que las pruebas sísmicas para la detección de depósitos de petróleo que estaban programadas para iniciar el 20 de octubre implican alta peligrosidad para la vida marina que aún no ha sido evaluada. Las pruebas se realizarían justamente a un kilómetro del sitio de Patrimonio Mundial del Sistema de la Reserva de Barrera Arrecifal de Belice, que ha sido catalogado “en peligro” por la UNESCO. Un derrame de petróleo en cualquier parte de las aguas de Belice podría ser catastrófico para los habitantes que dependen de los ecosistemas costeros y marinos saludables como su medio de vida. También podría amenazar las áreas vecinas del Sistema del Arrecife Mesoamericano. Afortunadamente, la barrera más grande en el hemisferio norte recibió un indulto para no realizar pruebas sísmicas. El gobierno accedió a suspender la suspensión de las pruebas luego de las protestas de ciudadanos, grupos de la sociedad civil y organizaciones internacionales conservacionistas, incluyendo a WWF.