Este informe ofrece un análisis integral de la deforestación que conecta las causas y las respuestas a nivel mundial mediante un análisis detallado a 24 “frentes de deforestación”o los lugares que tienen una concentración significativa de puntos críticos de deforestación y donde grandes áreas de bosque remanente se encuentran amenazadas. Más de 43 millones de hectáreas se perdieron en estos frentes entre 2004 y 2017, un área aproximadamente del tamaño de Marruecos.
El presente análisis se centra en los trópicos y subtrópicos, que representaron al menos dos tercios de la pérdida de cobertura forestal mundial entre 2000 y 2018 y donde la fragmentación forestal es significativa. Casi la mitad de los bosques que permanecen en estos 24 frentes de deforestación ha sufrido algún tipo de fragmentación. Entre estos frentes de deforestación, se incluye la Selva Maya, compartida entre el sur de México, Belice y Guatemala.
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Uno de los frentes de deforestación ocurre en la Selva Maya, compartida por Petén en Guatemala, Belice y el sur de México. La Selva Maya, uno de los bosques tropicales más grandes de América, proporciona importantes servicios ambientales, incluido el secuestro de carbono y biodiversidad, así como recursos forestales vitales para las comunidades rurales. Mientras esta región ha sido objeto de deforestación durante mucho tiempo, las fronteras de la pérdida de bosques han cambiado. En la última década, la deforestación se ha desplazado del sur al noroeste de Petén (Guatemala), y ha avanzado cada vez más sobre el noreste de Campeche y sur de Quintana Roo (México). Los impulsores de la deforestación también han cambiado. Si la ganadería y la tala y quema fueron los principales impulsores en el pasado, la agricultura (a pequeña escala, pero especialmente a gran escala) juega ahora un papel cada vez más importante.
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