Las langostas espinosas son crustáceos nocturnos, sin tenazas, que viven en los arrecifes coralinos y las aguas del SAM. Se sabe que migran en grandes grupos, formando largas filas a lo largo del suelo marino. Estas filas pueden constar de hasta 50 langostas. La langosta espinosa es un marisco muy popular que consumen en las comunidades situadas a lo largo del SAM. Como valiosa especie que es, los pescadores artesanales y comerciales las capturan para venderlas en mercados locales y regionales. Las langostas espinosas se alimentan de algas, caracoles, cangrejos y otros organismos que viven en el fondo del mar. Su presencia es un indicador de la salud y la biodiversidad del arrecife.
La langosta espinosa desempeña un papel importante en la economía y el consumo de las comunidades costeras del SAM. Se capturan comercial y recreacionalmente como alimento. Los pescadores, tratando de capturar suficientes, muchas veces pescan langostas juveniles o hembras grávidas, con los cual se interrumpen los ciclos reproductivos de las especies. Además, la sobreexplotación ha ocasionado mermas en las poblaciones en todo el SAM.
Las langostas espinosas son propensas a las enfermedades. Dada su tendencia de trasladarse juntas en grandes grupos, una enfermedad que afecta inicialmente a una langosta puede causar daños a múltiples individuos. A medida que las condiciones de los ecosistemas cambian, las langostas pueden volverse vulnerables a los cambios, con lo cual se vuelven más susceptibles a las enfermedades.
El cambio climático afecta a las poblaciones de langosta espinosa, a medida que los ecosistemas del arrecife cambian debido a las tormentas extremas y a las temperaturas del agua. Los cambios relacionados con el cambio climático también pueden afectar la cadena alimentaria de la que dependen las langostas.