El jaguar es el felino más grande del continente americano y el tercer felino más grande del mundo. Esta especie juega un papel importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar humano. Como depredadores son claves en el equilibrio de los ecosistemas, ya que controlan el comportamiento y las poblaciones de las especies de las cuales se alimentan. La presencia de poblaciones de jaguares es un indicador del buen estado de salud del área donde viven, ya que hace evidente la existencia de presas suficientes para mantener la población de depredadores. El jaguar es catalogado como especie “sombrilla” cuya conservación adecuada contribuye al mantenimiento y protección de ecosistemas y biodiversidad que coocurren con esta especie.
Junto a otras organizaciones socias, WWF ha realizado trabajo de conservación en áreas donde habita el jaguar, incluyendo la Selva Maya. El Plan Estratégico de WWF Mesoamérica incluye al jaguar como una especie prioritaria de conservación. En una escala superior, la Estrategia de Jaguar 2030 de WWF identifica una serie de intervenciones requeridas para conservar al jaguar.
Específicamente, WWF Mesoamérica está enfocando sus esfuerzos de conservación de esta especie a través del proyecto: Salvando el jaguar – un embajador para las Américas. Ver proyecto
debido al conflicto entre humano-jaguar
(piel, garras y colmillos)