WWF fue creada hace más de 50 años con el fin de recaudar fondos para la conservación de la fauna silvestre y esto aún constituye la esencia de lo que hacemos. De las miles de especies amenazadas que nos inspiran a sentir asombro y alegría, WWF focaliza sus esfuerzos en aquellas especies cuya protección garantizará la conservación de los hábitats clave y la biodiversidad global. Los esfuerzos locales tienen por objeto proteger especies que juegan un papel importante en la obtención de los medios de vida y el bienestar de las personas. Algunas ecorregiones reciben una atención especial porque albergan especialmente altos niveles de biodiversidad, especies endémicas o hábitats únicos.
El aumento de la demanda mundial de pescado aunado a las prácticas no sostenibles e ilegales de pesca han ocasionado una dramática disminución de poblaciones de peces utilizadas por los humanos, disminuyendo en un 50% entre 1970 y 2010. La captura incidental, o la captura de especies que no son para la venta, causa una pérdida de miles de millones de peces cada año, e innecesariamente mata o hiere tortugas marinas en peligro de extinción, tiburones, ballenas, delfines y aves acuáticas.
EL 80% de todo el turismo se ubica cerca del mar y cuando las áreas costeras se desarrollan sin una planificación o gestión adecuada, ponen en peligro los ecosistemas marinos y costeros. El tráfico pesado de cruceros, la inadecuada eliminación de aguas residuales y la eliminación de los hábitats que garantizan y protegen la costa, contribuyen a degradar los ecosistemas y las especies y los medios de vida para su sustento.
El desarrollo urbano, la industria y la agricultura son una carga pesada para la calidad del agua. Los nutrientes de aguas residuales no tratadas adecuadamente y los fertilizantes, la contaminación por pesticidas y los procesos industriales, así como los sedimentos provenientes de la erosión degradan la calidad del agua de ríos y arroyos de agua dulce los cuales desembocan finalmente en el océano, afectando el agua dulce y los ecosistemas marinos.
Los sistemas naturales son complejos y delicadamente equilibrados. Un pequeño cambio de un elemento, como la temperatura, puede poner en peligro a todo el sistema. En el ambiente marino el aumento de la temperatura del agua, la acidez del océano y las frecuentes y fuertes tormentas, están destruyendo los arrecifes de coral, degradando las costas y arrastrando las especies de peces clave a aguas profundas. Al ritmo actual que se está elevando la temperatura del agua, los científicos predicen que los arrecifes de coral podrían desaparecer en el año 2050. Internamente, el cambio climático también afecta la distribución de especies, la disponibilidad de agua dulce y la precipitación, desencadenando un efecto cascada en la gente y la naturaleza.